El mes de febrero ha llegado y, para darle
inicio, me he propuesto presentar un resumen de una de nuestras investigaciones
publicadas o presentadas en congresos; y presentar un resumen distinto al
inicio de cada mes (a los que llamaré Brief reports). En esta oportunidad quiero compartirles la investigación
que realizamos Virginia Vallejo y yo, titulada Linking positive and negative affectivity with the organizacional
climate, presentada en la 116th
Annual Convention of the American Psychological Association, en Boston,
Massachusetts, en agosto del 2008. El propósito de esta investigación era
determinar la forma y la medida en que el estado emocional de una persona podía
predecir su satisfacción con aspectos específicos de la organización en que
trabajaba.
La satisfacción organizacional la entendimos
como el sentimiento agradable que tiene un empleado con respecto a la organización
en que trabaja. En nuestro estudio, la satisfacción organizacional se compone
de ocho factores específicos que reflejan el nivel de dichos sentimientos
agradables con cada uno de los aspectos organizacionales medidos. Estos
aspectos específicos fueron la satisfacción con la supervisión, con la
organización, con la compensación, con los procesos administrativos, con las
condiciones físicas, con el desarrollo profesional, con la marca y con el flujo
de información.
Para medir el estado emocional utilizamos
el Positive Affect and Negative Affect
Schedule (PANAS) y para medir la satisfacción organizacional utilizamos una
encuesta con escala tipo Likert de 5 puntos, compuesta de 45 ítems. Estos
instrumentos fueron aplicados a 162 empleados de una institución gubernamental
de la República Dominicana. La edad mediana de estos empleados era de 33 años;
el 54.3% era de sexo femenino; el 53.8% estaba soltero; el 46.2% tenía un
título de grado universitario o superior, y; el 50.0% tenía dos años o más
trabajando en la organización.
Lo que encontramos fue que tanto el estado
emocional positivo como el estado emocional negativo se relacionan con la
satisfacción organizacional, pero con factores distintos de ésta. Por ejemplo,
los empleados con mayor estado emocional positivo (mayores niveles de energía,
entusiasmo y deseos de socializar) presentaban mayor nivel de satisfacción con
la supervisión, con la organización, con los procesos administrativos, con el
desarrollo profesional, con la marca y con el flujo de información. Por otro
lado, los empleados con menor nivel de estado emocional negativo (menor
malestar, menor ira, menor resentimiento) estaban más satisfechos con la
supervisión, con los procesos administrativos y con la marca. La conclusión que
obtuvimos fue que si queremos empleados más satisfechos sería una buena
estrategia elevar sus niveles de energía, entusiasmo y compenetración, y
reducir los niveles de malestar, rabia e ira.
La información específica de esta publicación
presentada en la Convención de la APA puede encontrarse aquí.
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